Hematología

La sangre es uno de los principales componentes de nuestro cuerpo, la hematología es la rama de la medicina que la estudia, por eso al evaluar el estado general de salud, uno de los procedimientos médicos es realizar una hematología completa, es decir, un análisis de sangre.

El objetivo de la hematología es dar con las enfermedades que puedan afectar al sistema sanguíneo, lo que incluye la sangre misma y los órganos que intervienen en su producción, como la médula ósea, los ganglios y el bazo.

También se analizan los 4 componentes principales de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma) y otros componentes más pequeños para comprobar que su funcionamiento es el adecuado.

Tratamientos comunes de la hematología

Además del análisis de sangre, en la hematología se realizan otros procedimientos “más sencillos” que sirven para un diagnóstico temprano de afecciones de menor incidencia. Cuando se identifica la enfermedad, se pueden aplicar algunos de los tratamientos hematológicos más comunes de bajo impacto de nivel ambulatorio, en algunos casos, con leve hospitalización.

Algunos otros procedimientos hematológicos son:

• Transfusiones de sangre.

• Preparación de hemoderivados.

• Verificación de la aplicación del tratamiento en cualquiera de las fases de este.

• Identificación de afecciones en componentes específicos de la sangre que causen la afección en el paciente.

• Atención de trastornos hemorrágicos.

Procedimientos médicos hematológicos avanzados

Cuando se han identificado enfermedades hematológicas más graves es necesario aplicar algún procedimiento más avanzado. Actualmente hay muchos, cada vez más específicos a la afección que padece el paciente. Estos son algunos:

• Radioterapia: se usa para atacar tumores a nivel celular con radiación ionizada; el propósito es atacar la zona tumoral y las que posiblemente se hayan afectado. Se usa principalmente en pacientes con linfomas.

• Inmunoterapia: en este caso se modula el sistema inmune para incrementar o disminuir su función dependiendo del caso. Entre los medicamentos de la inmunoterapia están los corticoesteroides, la ciclosporina, el danazol y la lenalidomina. Será el hematólogo quien determine cuál usar.

• Quimioterapia: esta terapia química se usa para atacar las células tumorales o cancerígenas que causan la afección. El problema es que también llegan a atacar las células sanas y causan algunos otros síntomas negativos; por ejemplo, afectan la médula ósea.

• Trasplante de médula ósea: se usa en múltiples enfermedades de la sangre; es posible hacerla de 2 maneras: autóloga (el paciente es el propio donador) y alogénica (cuando se trasplanta de una persona cercana).

Enfermedades comunes en la hematología

Se ha identificado un abanico tan amplio de enfermedades que se incluyen en la hematología, que ha sido necesario agruparlas en ciertas categorías. ¿Por qué hay tantas enfermedades hematológicas? En algunos casos se trata de variaciones de la misma enfermedad, mientras que en otros comparten la misma sintomatología.

Solo por mencionar algunas, tenemos:

• Leucemias graves o agudas.

• Leucemias crónicas.

• Enfermedad de Hodgkin.

• Linfomas no Hodgkin.

• Trombofilia (congénita y adquirida).

• Coagulopatías.

• Anemias.

• Mielomas.

• Síndromes mielodisplásicos.

A cada una de estas y las demás enfermedades hematológicas, se aplica un procedimiento y tratamiento diferente y adecuado al paciente, pues influyen los factores de la edad y sexo al momento de hacer el plan de atención.